El término de Torreblascopedro constituye uno de los extremos de la comarca de la Loma. Es una zona caracterizada por los extensos olivares que llegan hasta el rió Guadalquivir. Allí se forma una vega donde se cultiva principalmente algodón, remolacha y girasol, además hay numerosas huertas familiares. Tiene abundante agua con la que su pueden regar las zonas periféricas y los olivares.
El olivar es el cultivo predominante, en el que se basa principalmente la economía de la comarca. Se trata de un olivar tradicional, donde van apareciendo nuevas plantaciones, muchas de las cuales son intensivas cara a una mayor mecanización de la recolección y por tanto a un menor coste de producción.
Debido a los cultivos y a las tierras de labor quedan pocos retazos de vegetación natural. Sólo se puede apreciar la que se encuentra en las orillas del Guadalquivir. En el rió encontramos sauces (Salix sp.), álamos (Populus alba) y tarays (Tamarix sp.). En las cercanías se pueden ver grandes ejemplares de eucapliptos(Eucaliptus camaldulensis) y olmos (Ulmus minor).
El resto de la vegetación del río forma la típica vegetación ribera, donde abundan las cañas (Arundo donax), los carrizo (Phiragmites sp.), juncos (Juncus sp. y Scirpus holoschoenus) y zarzamoras (Rubus ulmifolius).
Este bosque de ribera tiene gran importancia ya que contribuye a la diversidad de la flora y fauna de la zona, formando verdaderos corredores biológicos entre las extensas zonas de cultivo.
La vegetación natural ligada al olivar es escasa, debido al uso generalizado de herbicidas mantenido por la idea de los agricultores de mantener el suelo limpio para evitar la competencia con el árbol y favorecer su recogida. En los linderos de cultivos o de caminos vamos a encontrar collejas (Silene vulgaris), malvas (Malva sp.), amapolas (Papaver rhocas), Ortiga (Urtica dioica), vallico (Lolium rigidum), nazarenos (Muscari neglectum), mejorana (Thymus mastichina) y ajo porro (Allium ampeloprassum).
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